Datos Importantes de América Latina
Unos 120.000 niños mueren de hambre cada década en América Latina
Niños peruanos juegan en las inmediaciones del barrio Las Tunas, a las afueras de Lima. (Foto: EFE)
Actualizado viernes 13/06/2008 17:46 (CET)
Más de 400.000 infantes fallecen cada año 'por causas asociadas a pobreza'
Haití depende sólo de la ayuda internacional para poder alimentarse
Los mejores resultados en toda la región corresponden a Chile
MAURICIO WEIBEL (DPA)
SANTIAGO DE CHILE.- Unos 120.000 niños menores de cinco años murieron de hambre los últimos diez años en América Latina y el Caribe, pese a que la región produjo un tercio más de los alimentos que necesitó, según cifras oficiales de los gobiernos.
Ellos son el rostro más dramático de los 400.000 infantes que fallecen cada año, "en gran parte porcausas asociadas a pobreza", dijo Ana Sojo, funcionario de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Estos decesos, que los gobiernos prometieron reducir a un tercio en 2015 como parte de losObjetivos del Milenio de Naciones Unidas, ocurren especialmente en poblaciones con altas tasas de necesidades básicas insatisfechas en salud.
Ese es el caso de Bolivia, Guatemala, Honduras y Perú. En ellos, entre un 26 y un 55% de los pobres no tiene acceso a saneamiento, cifra que avanza a casi un 80% en el campo, de acuerdo con estadísticas gubernamentales.
De hecho, los sectores más golpeados son los millones de indígenas que viven en la región, en especial los pueblos aborígenes de la sierra ecuatoriana, además de los nivacle y mbya de Paraguay y quechua de Bolivia.
En ellos, la mortalidad infantil supera los 76 nacidos vivos por cada 1.000, cifra que duplica los porcentajes de sus países. De hecho, de todos los pueblos originarios solo los miskitos de Honduras y los mapuches de Chile presentaron tasas menores que el promedio nacional.
El mayor número de hambrientos
No obstante, el mayor número de hambrientos sigue concentrado en algunas de las economías más poderosas de la región, como son Brasil (15,6 millones), Colombia (5,7 millones), México (5,2 millones) y Venezuela (4,3 millones), según la CEPAL.
A ellas se suma la paupérrima Haití con 3,8 millones de personas, cuya capacidad de alimentarsedepende sólo de la ayuda internacional, más aún en medio de una crisis global de alimentos.
Lo más complejo es que la expansión económica de América Latina, la mayor en 40 años con una tasa de crecimiento del ingreso per cápita de un 3% anual desde 2003, no está reduciendo la subnutrición global al ritmo esperado, explicó Sojo.
A nivel de infancia, los mayores logros en este ámbito los encabezan México, Jamaica, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Honduras, Chile y Perú. En contraste, los problemas persistieron o empeoraron en Argentina, Uruguay, Haití, Guatemala y Trinidad y Tobago.
En estos últimos tres países las tasas de desnutrición crónica infantil incluso superaron las cifras del Africa subsahariana, considerada la zona más pobreza del mundo.
"La experiencia muestra que un factor clave en la lucha contra el hambre es el contexto socioeconómico familiar y en especial la situación de la madre", sostuvo Sojo.
Programa alimentario en Chile
De hecho, los mejores resultados en toda la región corresponden a Chile, donde sólo un 1,3% de los menores de seis años padecen desnutrición. En ese país existe desde hace 50 años un programa alimentario materno-infantil.
Sin embargo, en la región la protección social de las madres sigue siendo precaria, lo que explica las dificultades en la lucha contra el hambre infantil.
Por ejemplo, en Haití 630 de cada 100.000 mujeres mueren aún por complicaciones derivadas del embarazo. Una situación igualmente difícil viven las madres en Bolivia, Perú, Paraguay y Guatemala, donde la cifra oscila en torno a 200 por cada 100.000.
Los atrasos en la lucha contra la desnutrición, que sólo en Centroamérica genera pérdidas por casi 6.700 millones de dólares, están vinculados al rezago del gasto fiscal sectorial, precisó Sojo.
Por ello, los grandes desafíos de los gobiernos son incrementar los recursos fiscales en esta área y realizar innovaciones en política social, concluyó la experta.
Haití depende sólo de la ayuda internacional para poder alimentarse
Los mejores resultados en toda la región corresponden a Chile
MAURICIO WEIBEL (DPA)
SANTIAGO DE CHILE.- Unos 120.000 niños menores de cinco años murieron de hambre los últimos diez años en América Latina y el Caribe, pese a que la región produjo un tercio más de los alimentos que necesitó, según cifras oficiales de los gobiernos.
Ellos son el rostro más dramático de los 400.000 infantes que fallecen cada año, "en gran parte porcausas asociadas a pobreza", dijo Ana Sojo, funcionario de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Estos decesos, que los gobiernos prometieron reducir a un tercio en 2015 como parte de losObjetivos del Milenio de Naciones Unidas, ocurren especialmente en poblaciones con altas tasas de necesidades básicas insatisfechas en salud.
Ese es el caso de Bolivia, Guatemala, Honduras y Perú. En ellos, entre un 26 y un 55% de los pobres no tiene acceso a saneamiento, cifra que avanza a casi un 80% en el campo, de acuerdo con estadísticas gubernamentales.
De hecho, los sectores más golpeados son los millones de indígenas que viven en la región, en especial los pueblos aborígenes de la sierra ecuatoriana, además de los nivacle y mbya de Paraguay y quechua de Bolivia.
En ellos, la mortalidad infantil supera los 76 nacidos vivos por cada 1.000, cifra que duplica los porcentajes de sus países. De hecho, de todos los pueblos originarios solo los miskitos de Honduras y los mapuches de Chile presentaron tasas menores que el promedio nacional.
El mayor número de hambrientos
No obstante, el mayor número de hambrientos sigue concentrado en algunas de las economías más poderosas de la región, como son Brasil (15,6 millones), Colombia (5,7 millones), México (5,2 millones) y Venezuela (4,3 millones), según la CEPAL.
A ellas se suma la paupérrima Haití con 3,8 millones de personas, cuya capacidad de alimentarsedepende sólo de la ayuda internacional, más aún en medio de una crisis global de alimentos.
Lo más complejo es que la expansión económica de América Latina, la mayor en 40 años con una tasa de crecimiento del ingreso per cápita de un 3% anual desde 2003, no está reduciendo la subnutrición global al ritmo esperado, explicó Sojo.
A nivel de infancia, los mayores logros en este ámbito los encabezan México, Jamaica, Bolivia, Venezuela, Ecuador, Honduras, Chile y Perú. En contraste, los problemas persistieron o empeoraron en Argentina, Uruguay, Haití, Guatemala y Trinidad y Tobago.
En estos últimos tres países las tasas de desnutrición crónica infantil incluso superaron las cifras del Africa subsahariana, considerada la zona más pobreza del mundo.
"La experiencia muestra que un factor clave en la lucha contra el hambre es el contexto socioeconómico familiar y en especial la situación de la madre", sostuvo Sojo.
Programa alimentario en Chile
De hecho, los mejores resultados en toda la región corresponden a Chile, donde sólo un 1,3% de los menores de seis años padecen desnutrición. En ese país existe desde hace 50 años un programa alimentario materno-infantil.
Sin embargo, en la región la protección social de las madres sigue siendo precaria, lo que explica las dificultades en la lucha contra el hambre infantil.
Por ejemplo, en Haití 630 de cada 100.000 mujeres mueren aún por complicaciones derivadas del embarazo. Una situación igualmente difícil viven las madres en Bolivia, Perú, Paraguay y Guatemala, donde la cifra oscila en torno a 200 por cada 100.000.
Los atrasos en la lucha contra la desnutrición, que sólo en Centroamérica genera pérdidas por casi 6.700 millones de dólares, están vinculados al rezago del gasto fiscal sectorial, precisó Sojo.
Por ello, los grandes desafíos de los gobiernos son incrementar los recursos fiscales en esta área y realizar innovaciones en política social, concluyó la experta.