domingo, 12 de mayo de 2013

Clima Institucional y su Relación con el Lliderazgo de los Directores


EL CLIMA INSTITUCIONAL Y SU RELACIÓN CON EL LIDERAZGO DE LOS DIRECTORES


Según el Lic. Percy Eudoro, el liderazgo en una institución educativa, influye ya que el director es el capitán del barco en una institución y en las empresas son los gerentes o stake holders, sin embargo para que suceda una sinergia entre el personal y el director o gerente, tiene que suceder una serie de sucesos y procesos que se da en toda relación humana, la comunicación horizontal es importante, el reconocimiento del que todo ser humano no esta ajeno, ya que somos seres emocionales, detalles como los cumpleaños del personal, las fechas significativas de la institución, organizar eventos de intercambio como parte de la cultura organizacinal  son puntos importantes de los muchos ingredientes que existen; de modo que existe una estrecha relación entre el clima organizacional y el liderazgo.
existe un dicho popular, "dime como te trata la secretaria de una institución y sabre como es el jefe", en este caso un tema que tiene que ver con el clima institucional y el liderazgo de los directores de las instituciones educativas. nos preguntamos ¿Qué institución educativa no pasa por esta problemática, sea grande o pequeña, esté ubicada en zona rural, marginal o en plena ciudad? No olvidemos el dicho popular “pueblo chico, infierno grande”, así que no podríamos catalogar que este problema es más fuerte en las instituciones educativas grandes, o complejos educativos que en las instituciones pequeñas. Y es que el clima institucional pasa por varios factores tanto internos como externos. Una institución educativa es un ente exclusivo con su propio modus vivendi y por lo tanto diferente a otra institución educativa. Vemos que cada persona es un mundo distinto a otra persona con sus propias necesidades, intereses, capacidades, virtudes y defectos. No todos pensamos igual, queremos igual; lo que a mí me gusta, tú lo detestas, y lo que yo detesto a ti te gusta. Sin embargo, a pesar de las diferencias, si podemos convivir juntos y en armonía si es que hemos aprendido a respetar las opiniones ajenas. Esto también pasa esencialmente por respetar al líder de la institución educativa, ¿y cómo lo respetamos? Cumpliendo con nuestros deberes como trabajadores, sin necesidad que nos estén haciendo recordar nuestras funciones, porque cada quien conoce mejor que nadie que debe y no debe hacer. Los conflictos se generan precisamente cuando incumplimos nuestras funciones. Por ejemplo, siempre me he preguntado: ¿Por qué hay policías?, la respuesta es obvia: Porque hay delincuentes. La función principal de la policía es velar por la integridad física de los ciudadanos. Pero qué pasaría si todos los padres cumpliéramos con nuestro rol como padres, donde le enseñáramos a nuestros hijos a practicar los valores elementales que tienen que ver con la convivencia; cerremos los ojos por un instante e imaginémonos una sociedad sin personas al margen de la ley, una sociedad modelo donde tú puedes caminar tranquilo por las calles, incluso puedes dormir dejando las puertas abiertas de tu casa, una sociedad libre de antros del vicio como alcohol, drogas y prostitución, libre de todo lo que incide negativamente en el comportamiento de las personas y los induce a hacer lo malo, incorrecto o inmoral. ¿Será necesario que haya policías? Imagínate que nadie hace cosas al margen de la ley, ¡la cárcel está vacía!, entonces cuánto dinero se ahorraría el país, ya no sería necesaria la Escuela de Policías ¿Para qué preparar policías? Se ahorra el sueldo de los instructores y de los policías mismos. Pero lo más importante se ahorraría dinero porque ya no habría muertos y heridos en las pistas por choferes embriagados, menos trabajo para los médicos en los hospitales; no habría centros de rehabilitación de alcohólicos y drogadictos. Pero lo más valioso de todo esto es que en los hogares se respiraría un aire de paz y tranquilidad. Un clima que da gusto vivir. Sin embargo, todo esto es una utopía, y una institución educativa es como una mini sociedad donde muchas veces cada uno quiere hacer lo que mejor le parece, aplicando la ley de la selva “sálvese quien pueda” o “tengo que pisar antes que me pisen a mí”.
La figura del líder es muy importante en el clima institucional de una institución educativa. El líder es el director quien tiene que reunir las cualidades necesarias para poder conducir en el tiempo y llevar a buen puerto su casa de estudios. Debe tener la habilidad suficiente para tratar con todas las personas que están a su cargo, porque cada quien tiene su propio carácter y temperamento, quien asume el cargo de director ya sabe que va a lidiar con diferente tipo de persona y por lo tanto debe estar en la capacidad de tratar con ellos con altura y sobre todo con respeto. El director como líder debe dar el ejemplo a sus trabajadores, no puede exigir que lleguen temprano si él siempre llega tarde. Debe involucrase en el trabajo, no sólo está para ordenar que hagan las cosas, está para ayudar  a hacer las cosas. Necesitamos líderes en los colegios que tengan iniciativa, que se adelanten a los acontecimientos, que vayan  a la velocidad del mundo cambiante, y que sean entusiastas con buen sentido del humor, que contagien a los demás.  El líder está para trabajar en equipo, estimular a su gente a hacerlo porque es así como se logran mejores resultados. El trabajar en equipo implica consensuar, respetar las ideas de los demás, es un trabajo donde se practica el cooperativismo, la democracia y sobre todo se interactúa fortaleciendo los lazos de amistad y compañerismo. El director es el que impulsa a su gente a que trabajen pensando en la misión y visión que entre todos han plasmado en un papel, pero que es necesario hacerla realidad en la praxis diaria. Hay que lograr los grandes objetivos, insuflar la línea axiológica en todos los actores educativos para que la institución salga adelante. ¡Si se puede!, en medio de las diferencias y discrepancias que son naturales en cada persona, hay objetivos comunes que son el derrotero por donde todos deben transitar, y luchar palmo a palmo, hombro a hombro hasta llegar a la meta. No perdamos de vista que lo mejor que podemos lograr, el mejor objetivo  a perseguir es lograr que nuestros niños y niñas aprendan cada día; que potencien sus capacidades y que practiquen actitudes positivas en su diario vivir.
Considero que el liderazgo de los directores es vital para que haya un buen clima institucional, un director que practica la democracia, que consensua, que siempre está orientando y guiando a su gente, un director que participa en el trabajo, un director que aconseja, que estimula, que comprende sin llegar al permisivismo; en esa institución se respirará un aire diferente, será un clima diferente donde da gusto trabajar no solo dentro del horario, sino incluso fuera del horario.


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